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Merz gana en Alemania pero le costará cuadrar la coalición

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Friedrich Merz acaricia la cancillería, pero la fragmentación de los partidos complica las matemáticas para formar coalición.

El centro-derecha alemán (CDU/CSU) logró una contundente victoria en las elecciones de este domingo, abriendo las puertas a un giro radical en la política de la principal economía de la Unión Europea (UE) y despejando el camino para que su líder, Friedrich Merz, se convierta en el próximo canciller de Alemania.

A pesar de su victoria, se abren numerosos interrogantes sobre cómo será la futura coalición de gobierno debido al fracturado panorama político del país, lo cual deja a Merz con poco margen de maniobra para forjar alianzas, de la cual está excluida la formación de ultraderecha Alianza para Alemania (AfD), que subió con fuerzas en las urnas y fue segunda.

A primera hora del lunes 24/2/25 las quinielas apuntan a que Merz contaría con los votos para una alianza a dos bandas con los socialdemócratas (SPD/S&D), del canciller en funciones, Olaf Scholz, pero esa posibilidad está en el aire.

«Ahora hay que formar un gobierno capaz de actuar lo antes posible con una sólida mayoría parlamentaria», declaró Merz tras su victoria. «El mundo no espera a Alemania, y no espera largas negociaciones para formar una coalición», agregó en la noche del domingo.


Los alemanes acudieron en masa a las urnas (el 83% de los ciudadanos con derecho a voto acudieron a los locales electorales, el porcentaje más alto desde la reunificación alemana), en un claro signo de que apostaban por un cambio.


Los socialdemócratas sufrieron un duro varapalo y obtuvieron la derrota más severa para el partido en más de un siglo, con lo cual se pasó la página a la «era Scholz» y a su compleja y conflictiva «coalición semáforo», integrada por el SPD, los Verdes (e inicialmente) por los liberales del FDP, que la abandonaron tras numerosas luchas intestinas propiciando las elecciones anticipadas de este domingo.

La formación de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD/Europa de las Naciones Soberanas) subió con fuerza y quedó segunda aunque su dinámica de crecimiento imparable de los últimos años no alcanzo su cota más elevada.

Ello provocó el alivio de quienes temían que su candidata principal, Alice Weidel, apoyada abiertamente por el magnate Elon Musk, obtuviera un resultado récord impulsada por una ola de xenofobia desatada en el país tras varios atentados recientes con trasfondo islamista.

La principal incógnita a última hora del domingo era mayúscula: si Merz necesitará uno o dos socios de coalición.


Los resultados oficiales preliminares otorgan al bloque de centroderecha de Merz, que también incluye a la Unión Socialcristiana (CSU) bávara, el 28,5%, a la AfD el 21% y a los socialdemócratas (SPD) el 16,4%.


Los Verdes lograron un 11,6%, La Izquierda un 8,8% y los liberales del FDP un 4,3%, con lo cual se quedaron por debajo del umbral mínimo del 5% necesario para entrar en el Parlamento.

La formación de la izquierda radical Alianza Sahra Wagenknecht – que lleva el nombre de su fundadora- logró el 4,97% y tampoco superó esa barrera. Sin embargo, dado que los resultados son preliminares, a primera hora del lunes no estaba claro aún si el partido entraría o no en el Bundestag.

La situación que se abre ante Merz es muy compleja

Si el BSW logra entrar en el Parlamento, los cristianodemócratas de la CDU necesitarían el apoyo de los Verdes para asegurarse la mayoría. Sin embargo, si el BSW no llega al 5%, Merz podría explorar una coalición a dos bandas con el SPD.

Un binomio con el SPD, generalmente considerado menos radical y más «centrista» que los Verdes, sería la opción más aceptable para Merz y sus socios bávaros.


A la pregunta de si los Verdes negociarían con la CDU una posible coalición, el vicecanciller Robert Habeck, miembro del partido ecologista, señaló que es prerrogativa de Merz iniciar esos contactos exploratorios. Pero también dejó claro que los Verdes están dispuestos a integrar una coalición.


«Es la única posibilidad», comentó Habeck a la cadena pública de televisión ZDF. «Hay que permitir asimilar este resultado: Estamos en una situación muy difícil», admitió.


Al margen de las ecuaciones que conformen finalmente la futura coalición, los resultados de las elecciones, que reflejaron casi con fidelidad los vaticinios de los sondeos y encuestas, dibujan un vuelco sustancial a la derecha del electorado alemán, iniciado en 2021.


El bloque de centroderecha y la AfD sumaron juntos el 49% del total, un salto significativo respecto al 35% de 2021.


Sin embargo, dado que Merz ha descartado formar una alianza con la AfD, las perspectivas de una coalición entre ambos son nulas…


Se rompe el binomio SPD-CDU

Aunque los partidos tradicionales seguirán manteniendo el poder, los resultados apuntan a un cambio radical en el escenario político pues es la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que la CDU y el SPD no ocupan los dos primeros puestos en unas elecciones nacionales.


Eso podría explicar el motivo de que casi nadie parece dispuesto a celebrar, incluso los que mejoraron sus resultados. La CDU no alcanzó el 30% que se propuso, mientras que la AfD, que se presentó con un mensaje hostil a la inmigración y a la UE, confiaba en superar con creces el 20%.

El gran ganador de la noche -aparte de Merz- fue La Izquierda. La formación, sucesora del partido comunista de la extinta Alemania Oriental, estaba casi desaparecido hasta hace apenas unos meses, tras una escisión que llevó a su carismática líder, Sahra Wagenknecht, a formar su propio partido.

Con una campaña inteligente y el apoyo de los Verdes, la Izquierda consiguió remontar.

Triunfo personal de Merz

La anunciada victoria del centro-derecha es un triunfo personal de Merz, que abandonó prácticamente sus aspiraciones de convertirse en canciller hace más de 20 años, después de que su entonces rival, la ex canciller Angela Merkel, le venciera en una elecciones internas para liderar la CDU.


Tras largas décadas en una especie de desierto político, Merz (a pesar de los esfuerzos de Merkel por frenarlo) tomó las riendas del partido en 2022, tras dos intentos fallidos de liderarlo en 2018 y 2021.

Scholz retrotrae al SPD al siglo XIX

En el lado opuesto del «ring», Scholz, no tiene nada que celebrar.


El canciller en funciones y ex ministro de Finanzas, cuyo ascenso a la cancillería en 2021 sorprendió a muchos, llevó al partido a su peor resultado en unas elecciones nacionales desde 1887.


Aunque consiguió acallar a sus rivales durante un tiempo con su sorprendente victoria en 2021, como canciller fue incapaz de controlar a su díscola coalición tripartita. Tuvo que convocar elecciones anticipadas en noviembre por el colapso de esa heterogénea amalgama tricolor tras abandonarla el FDP, un año antes del final de su mandato.


«Este es un resultado amargo para el partido socialdemócrata, también es una derrota, hay que decirlo alto y claro», admitió Scholz el domingo.


Los simpatizantes guardaron silencio en la sede del partido cuando se anunció el resultado del SPD. Civilizados sin duda son.

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