Una visión del caso del Decreto Ley “ómnibus”, desde la Estrategia

La Estrategia del Gobierno no tenía como objetivo prioritario sacar las medidas de carácter social, sino 
enfrentarse al PP

Francisco Martínez

Formador y Consultor en Estrategia

La Estrategia, tanto personal como de cualquier organización, implica definir objetivos y trazar el camino para su logro, y en caso de existir diferentes objetivos, establecer una prioridad a alcanzar entre ellos.

Mucho se habla en estos días de la derrota parlamentaria del Decreto Ley Ómnibus Gobierno, discutiendo de quién es la culpa de que no hayan sido aprobadas una serie de medidas de carácter social, con las pensiones, como uno de los contenidos estrella del decreto de 140 páginas (1). Su lectura, que seguramente no todos de los que hablan de él han leído, muestra las reticencias que, esta técnica legislativa, suscita (2).

Analicemos los hechos, a la luz de los principios de estrategia mencionados. Para ello, veamos la actuación del gobierno antes y después del trámite parlamentario de su presentación, discusión y votación.

Antes de la votación

En el parlamento, todos los grupos hablan con todos, y, con carácter previo a cualquier votación, suelen conocerse las posiciones de cada partido, por lo que suele ser normal negociar modificaciones en los textos a aprobar, si con ello se alcanza la mayoría.

Ningún grupo, y en especial el gobierno, quiere perder una votación en una iniciativa legislativa, pues ello traslada un mensaje de debilidad a la ciudadanía, que ningún gobierno desea.

Es por ello muy probable, que el gobierno conociera, con anterioridad, que el decreto no sería aprobado. Un repaso de los temas incluidos en este (1), permite decir que las medidas sociales, junto a los temas de la Dana y de la isla de La Palma, eran los de mayor calado popular.

En esta tesitura, dos objetivos surgen en el horizonte de la acción parlamentaria del gobierno.

De un lado, dividir el decreto en partes, de tal forma que se presentara la parte de medidas sociales separadas del resto, pues el PP, y Junts habían manifestado su disposición a apoyarlas.

De otro, mantener el decreto en su formato original, con lo que caso de no ser aprobado, culpar al PP, no se insiste tanto en Junts, de no tener en cuanta a los millones de ciudadanos que se verían afectados por su no aprobación.

¿Cuál de los dos objetivos era el prioritario para el gobierno?

Si el objetivo n.º 1, era aprobar las medidas sociales, habría troceado el decreto y estas habrían salido adelante

Por el contrario, si el objetivo principal era Culpar al PP, para desgastarle en su labor de oposición, debería de mantener el decreto en su versión original, sabiendo que este no sería aprobado.

Esta priorización de objetivos, en la acción de gobierno, se clarifica más si se contempla su actuación con posterioridad al rechazo del parlamento a su decreto ley.

Después de la votación

Cabe pensar que, con los temas sociales como objetivo nº1, habría convocado un consejo de ministros a la mayor brevedad posible, para aprobar un decreto que solo contemplara estos, pues tendría el apoyo, tanto del PP como de Junts, según habían manifestado públicamente.

Si culpar al PP era el Objetivo principal, mantendría el decreto ómnibus tal y como había sido rechazado, e iniciaría una campaña contra el PP por no poderse aprobar las medidas sociales. Es significativo que al día siguiente del rechazo del parlamento hubiera ya carteles convocando una concentración frente a la sede del PP, y que se mencione poco a Junts. Este, que, forma parte de los partidos que apoyan al gobierno. si hubiera votado a favor, el decreto habría aprobado.

De todo lo anterior cabe sacar una conclusión.

La Estrategia del Gobierno no tenía como objetivo prioritario sacar las medidas de carácter social, sino enfrentarse al PP, con el argumento de que este no apoya medidas sociales como la revalorización de las pensiones o la subida del salario mínimo interprofesional, entre otras.

Lo anterior, no implica que, al gobierno, no le preocupe aprobar las medidas sociales, que lo hará, es su segundo objetivo una vez que considere que el primero está conseguido. Pero, lo prioritario era desgastar al PP como oposición. Por ello, se rebaja la crítica a Junts, ya que este partido se quiere que forme parte de los que apoyan al gobierno de coalición.

Unas últimas consideraciones

Las encuestas a pie de calle, sobre el tema, que recogen los medios, es que los políticos, sin diferenciar entre partidos, van a lo suyo, y se olvidan de ellos.

Este sentimiento, que, sin duda, está creando una desafección hacia la clase política, no deja de alimentar un populismo de extrema derecha, que tiene en esta sensación de abandono de los problemas ciudadanos, por parte de los partidos tradicionales, su mejor caldo de cultivo, para crecer.

Es esta, otra responsabilidad del gobierno, al haber establecido como primer objetivo el enfrentamiento con el PP, y no, el afrontar los temas sociales más urgentes.

Quizás sea el momento de recordar una frase de Nelson Mandela: “Si quieres hacer la paz con tu enemigo, tienes que trabajar con él. Entonces se convierte en tu compañero”

FRANCISCO MARTÍNEZ

Doctor Ingeniero, con estudios de Economía y Antropología.

Gestión en la alta dirección de Telefónica y primer ejecutivo en algunas de sus empresas filiales, y posteriormente como Director General de la fundación de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). Emprendedor en la creación de alguna Start Up.

– Docente, en la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicación, y posteriormente en escuelas de negocios: IE; EAE en la actualidad; y diversas asociaciones empresariales.

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