La Cumbre de París convocada por Macron ante el órdago permanente de Trump ha vuelto a demostrar que los lideres actuales siguen pensando. Sería bueno que gobernaran antes los intereses europeos antes que los suyos propios.
Las semanas de Donald Trump como presidente de Estados Unidos están generando, con sus estrambóticas decisiones políticas desde la lógica occidental, una evidente redefinición del panorama internacional y parece que no sean dado cuenta o no quieren
.El acercamiento a Vladímir Putin era previsible, veamos la reunión de Arabia Saudí. Las recientes intervenciones del nuevo vicepresidente J.D. Vance no deja dudas. La política exterior de Estados Unidos está tomando un rumbo que sin dudas es peligrosa para la estabilidad global. Se empieza con un empujón y se termina a puñetazo limpio.
Este cambio de dirección ha llegado a que Trump plantee cada vez más reiteradamente abandonar la OTAN. Europa debería por primera vez en décadas tener una estrategia propia. Los europeos, sus gobernantes, deberían anticiparse con la expulsión de Estados Unidos de la OTAN, para proteger sus propios intereses y valores, que el norteamericano está poniendo en peligro. Su modelo de democracia no es el de los europeos.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump, es una obviedad, ha adoptado una postura agresiva, unilateral y excluyente en política exterior. Digamos adiós a los paradigmas anteriores y dejemos de llevarnos las manos a la cabeza, por lo que dice y hace. Esto no son mensajes de búsqueda del efecto mediático, como algunos creían. El discurso del vicepresidente americano de EE. UU., J.D. Vance, en la Conferencia de Seguridad de Múnich no deja resquicio a dudas (texto completo). Su acercamiento a Putin, que incluye conversaciones directas para resolver la guerra en Ucrania sin la participación de Europa, ha dejado a muchos líderes europeos estupefactos por lo poco que le importa a los norteamericanos la seguridad del continente europeo. Este movimiento hay que verlo como lo que es: una traición a los valores y alianzas que han sostenido el orden internacional desde la Segunda Guerra Mundial
El vicepresidente J.D. Vance, en su debut en la escena internacional, ha venido a Múnich a dejar clara esta nueva dirección, desde rechazar los esfuerzos europeos para regular la inteligencia artificial y defender un enfoque más abierto e impulsado por la innovación a la cultura europea. Estas acciones solo pueden ser interpretadas como un intento de consolidar el poder tecnológico y militar de Estados Unidos, en detrimento de sus aliados tradicionales. No me gusta ni lo que haces, ni como piensas.
La erosión del orden internacional basado en reglas
El concepto de un «orden internacional basado en reglas» ha sido fundamental para la estabilidad global desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la administración Trump ha desmantelando este sistema en favor de un nuevo orden mundial sin reglas claras o, mejor dicho, a conveniencia. Este cambio ha sido impulsado por una combinación de proteccionismo económico, como los aranceles que quieren imponer a los que formalmente son sus aliados, y una política exterior que prioriza los intereses estadounidenses exclusivos a corto plazo sobre la cooperación internacional y el desarrollo. Blanco y en botella… Es una ruptura, sin duda, radical con el orden económico anterior y el fin de los Acuerdos de Bretton Woods que han permitido el bienestar europeo (y norteamericano) y el desarrollo económico mundial gracias a reglas comerciales y financieras preestablecidas.
La cumbre convocada por Macron y la respuesta europea
En respuesta a estos desafíos, el presidente francés Emmanuel Macron convoca los gobernantes europeos, incapaces de concitar una única voz, para hablar de la defensa en Europa y la guerra en Ucrania. Esta es la primera piedra. Vendrán las siguientes. Esta cumbre, en principio, ha sido un primer intento de formular una respuesta conjunta de los europeos a las políticas de Trump y reafirmar la autonomía estratégica de Europa, deberían darse prisa en encontrar el camino. La participación del Reino Unido es una oportunidad importante si todos saben aprovechar el momento para volver sobre los pasos mal dados. No deberían haber perdido la oportunidad de haber invitado a Canadá, país vecino de los estadounidenses y que está siendo humillado también por el emperador del far-west. Imprescindible leer a este respecto: Un giro copernicano: del alejamiento al acercamiento entre el Reino Unido y la Unión Europea de Francisco Aldecoa y ¿Y si vuelve a casa? De Carlos Miranda
Las elecciones en Alemania y el auge de fuerzas políticas disruptivas
Las próximas elecciones en Alemania también juegan un papel crucial en este contexto. Con partidos de extrema derecha como Alternativa para Alemania (AfD), segundo en las encuestas, y los rojipardos de Alianza Sahra Wagenknecht-Por la Razón y la Justicia ganando popularidad, la política alemana está en un estado de flujo. La CDU, bajo el liderazgo de Friedrich Merz, está adoptando una postura más estricta sobre la inmigración y la política económica, lo que podría influir en la dirección futura de la política europea ¿En que sentido? Lo importante es que las que han sido históricamente las dos grandes fuerzas alemanas (democristianos y socialdemócratas) depongan sus urgencias electorales, por lo que es la importancia, no solo la política, el futuro.
El miedo a la seguridad en Europa y la pérdida del «amigo americano»
La seguridad en Europa, es cierto, ha dependido históricamente del apoyo de Estados Unidos. Sin embargo, la administración Trump primero ha sembrado dudas sobre este compromiso, especialmente con declaraciones que sugieren que Estados Unidos no protegería a los miembros de la OTAN que no cumplan con sus objetivos de gasto. Es muy doloroso que en el acervo europeo digamos seguridad y defensa cuando lo que se quiere decir es industria de armamento (el 70% del armamento europeo se compra en Estado Unidos)
Estamos ante un falso debate lleno de incertidumbres que ha llevado a algunos líderes europeos a considerar posibilidad de expulsar a Estados Unidos de la OTAN para proteger sus propios intereses En concreto, se atribuye esta afirmación, luego negada, a Mark Rutte, Secretario General de la OTAN, de la cual se retracta de inmediata pues el valor europeo se quedo por el camino.
La lucha contra la inmigración y el aumento de la inversión en armamento. El miedo estratégico.
Los movimientos reaccionarios en Europa están utilizando la inmigración como un tema central para ganar apoyo, lo que terminará tensionando a todas las sociedades europeas. Al mismo tiempo, la inversión en armamento nunca ha sido abandonada por Estados Unidos, China y Rusia y Europa ha sido un comprador nato, comprador nada regalado. Combinemos ambos: coloquemos el aumento en el gasto militar en el centro del debate reflejando una creciente percepción de amenaza y una mayor disposición de la ciudadanía a destinar recursos significativos para asegurar la hegemonía y estabilidad, detrayéndolo del bienestar referente europeo. Bienestar que se está poniendo, además, en peligro por una creciente inmigración irregular, como airea Trump. Solo queda mover la coctelera y el miedo empieza a correr por las venas de los europeos.
El poder omnipresente de las tecnológicas
Con relación a Elon Musk, hay dos hechos que ya no son anecdóticos: su influencia en la administración Trump y su ambición de control sobre importantes plataformas tecnológicas. Va a jugar un papel crucial en este nuevo (des)orden mundial. La consolidación del poder tecnológico en manos de unas pocas empresas estadounidenses va a plantear significativos desafíos para la soberanía digital, que hasta ahora nos parecía una entelequia, y va a poner en riesgo la seguridad de los ciudadanos proclives a caminar siempre a favor del viento. No va a ser cuestión de esa suerte de negacionismo que es la hiper regulación y prohibición. Tal vez la cuestión es si Europa, realmente de verdad de la buena, está dispuesta a construir su propio universo tecnológico y, por ende, defensa.
La necesidad de una reacción europea
Ante estos desafíos, Europa debe considerar seriamente la posibilidad, no es broma, de expulsar a Estados Unidos de la OTAN por deslealtad. ¡No se van ellos, los sacamos nosotros! No porque ya no nos valgan, que también, sino porque Europa lleva demasiado tiempo haciéndose perdonar sus desafueros del pasado siglo. Hay que buscar nuevas alianzas con países como Canadá y Reino Unido. Lo de los rusos y los chinos lo vamos hablando. Si el nuevo desorden va de pie en pared, los europeos debemos demostrar que no nos gustan “los rodeos” y que los valores democráticos liberales siguen siendo nuestro patrimonio y hagámonos cargo de nuestra seguridad.
Trump y sus pistoleros han demostrado una y otra vez que están dispuestos a traicionar los principios que han sostenido el orden internacional desde la Segunda Guerra Mundial, desde la imposición de aranceles hasta la seguridad bajo chantaje.
Es crucial que los llamados líderes europeos actúen con decisión, relean la historia, vean que es el momento de construir una verdadera identidad europea y pasar página, pues aquella otra historia se acabó. Se lo están diciendo.
2 comentarios
Genial el titulo, resucita el eslogan de la izquierda en los años 80 a la inversa. De contenido, comparto casi todas tus afirmaciones. Recalcar lo ya conocido, en lo económico y comercial la UE está prácticamente en quiebra y endeudada, políticamente la UE rinde pleitesía al globalismo mal concebido de Davos y Von der Leyen, en lo militar, efectivamente la UE es un enano clonado, y lo mejor o peor – depende como se mire – el wok de cierta izquierda europea ; incluidos los de la actual coalición del gobierno de Sanchez, y de los verdes tan perdidos hasta el punto de lanzar propuestas ridículas en contra de las amenazas ambientales, como la de cambiar carne de vacuno y pan de trigo por gusanos..
Nobleza obliga 18 02 25
Tras la enorme deflagración y el ruido que han generado los anuncios de los aranceles de Trump, comienzan a gotear datos que pueden dar idea de cierto desequilibrio en el trato comercial entre la UE y los EEUU. Ya he leído artículos que comentan que si los coches… que si algunos sectores…datos que abren la posibilidad de que, además de las macarradas de Trump y sus amenazas, puede haber “sustancia” en el berrinche y las quejas del presidente.
Aunque sigo ignorante sobre toda la enorme complejidad que encierra el comercio entre ambos contendientes,los aranceles, el IVA, la balanza de pagos y demás gaitas tengo clara una cosa: Europa NO PUEDE, NI DEBE, tratar a los EEUU de forma injusta. Ni siquiera puede acercarse a la duda y debe recordar toda la inmensa deuda contraída con los Estados Unidos en las dos guerras mundiales. Nobleza obliga y el agradecimiento, enorme, inmenso y obligado, debe despejar cualquier duda al respecto.
Las formas de Trump son nefastas, pero desde Europa ha faltado un mensaje claro, rotundo y colectivo que dejara claro que Europa quiere tratar a su histórico socio, a su verdadero salvador, con absoluta equidad, justicia y nobleza. ¿Puede Estados Unidos esperar menos de aquellos a los que salvó del desastre sin reparar en medios, esfuerzo y muertos; montones de muertos que yacen en el cementerio americano de la Playa de Omaha?
La historia debe pesar y debe aportar contenido y postura en las relaciones internacionales, aunque el actual representante de aquél al que tanto debemos, sea un bocazas impresentable que sólo busca engordar su ego a base de malas formas. Aquellos muertos fueron mucho más educados, más entregados y muchísimo más generosos con nosotros y ese es el recuerdo que debemos mantener intacto, muy por encima de las groserías que hoy nos lanza a la cara el presidente de turno: los presidentes pasan, pero la deuda moral y política permanece intacta.
Gracias a una Francia que actuó de forma impresentable en muchas ocasiones en aquella contienda, incluida la traición y el ataque a los aliados en el desembarco africano y en la memoria de sus muchos colaboracionistas encantados con el régimen de Vichy, en Europa ha triunfado una fobia y un rechazo hacia los EEUU, muy propia del chauvinismo afrancesado que en nada se corresponde con el valor de lo aportado en la urgencia de aquellas dos guerras y eso, me parece, es de una injusticia atroz.
Si hoy se ha producido un desequilibrio, una injusticia o un abuso en nuestras relaciones comerciales, debería bastar una leve indicación al respecto para que la UE dejara todo y acudiera a subsanar esa injusticia sin que hiciera falta nada más; y sigo diciendo que ni idea de si eso es verdad o un invento propagandístico: si existe, que se corrija, por favor.
De bien nacidos es ser agradecidos, lo contrario sería portarse como franceses y eso, nunca.