Una corriente generalizada en todo el mundo apunta a adelgazar y simplificar los Estados y las normativas administrativas de los países. Este deseo no es nuevo, pero parece que la explosión tecnológica que ha estallado en las administraciones de todo el mundo la exacerba. La complejidad actual marida mal con la sencillez y claridad, imprescindible para el ciudadano, que se enfrenta con harta frecuencia con mensajes incomprensibles en su vida cotidiana.
Desde el punto de vista del funcionario, conviene y es necesario explicar todos y cada uno de los orígenes, condiciones, repercusiones y obligaciones o derechos que se deriva del asunto. Por tanto, la complejidad del escrito, cada vez menos comunicado por medios físicos y más por medios electrónicos, resulta imprescindible para la información de las consecuencias del acto administrativo.
El ciudadano, no obstante, se activa en una mezcla de enfado y miedo nervioso en función del remitente. Tal reacción se ve agravada por el tono con frecuencia casi conminatorio de la misiva, cuyo estilo no puede ser calificado habitualmente como amigable. Finalmente, aunque el resultado de la cuestión sea positivo para el ciudadano, tiene siempre la posibilidad del recurso administrativo, anunciado tras la coletilla de no obstante lo anterior… ¿Sería imposible poner en un recuadro un pequeño resumen amable de la decisión administrativa?
Este tema, quizás tan antiguo como la propia administración pública, se enlaza hoy con la hiperregulación de los asuntos que conciernen a la vida en sociedad. Pero la hiperregulación o la complejidad del lenguaje podrían minorarse, si estuviéramos de acuerdo en utilizar las tecnologías para mejorar la comprensión de nuestras resoluciones o actos administrativos y no sólo para influenciar los resultados de determinados candidatos en elecciones políticas, generar opinión favorable o contraria, o pura y simplemente difundir bulos como hemos comprobado con frecuencia. La regulación no es la antítesis de la libertad; en una sociedad libre las restricciones son necesarias. Eran necesarias incluso en las sociedades antiguas, más sencillas. (Stiglitz, 2025).
Las iniciativas que se están desarrollando en el ámbito de la Unión Europea deben apoyarse y dedicar cuantiosos fondos a su establecimiento y extensión, de manera que la innovación tecnológica facilite la comunicación de las administraciones públicas con los ciudadanos y por fin se logre una mejora de la confianza en las instituciones.
El Estado es un instrumento útil. Especialmente para los ciudadanos más desfavorecidos. Qué duda cabe que a Elon Musk no le sirve para nada.
Los despidos anunciados en Estados Unidos no tienen precedentes en la historia moderna y podrían ser desafiados y anulados en los tribunales. La justificación de la pérdida de “confianza” contradice décadas de legislación de la función pública, que establece que los empleados de carrera solo pueden ser despedidos por mala conducta o bajo rendimiento, no por hacer su trabajo, siempre dependiente del gobierno legítimamente constituido. Rodearse de los más fieles produce satisfacción y garantía de obediencia, pero con frecuencia es la antesala del fracaso si los colaboradores no dicen la verdad y no son suficientemente capaces.
Trump pretende transformar por completo la Administración y se espera que se le sumen nuevos despidos en departamentos como el Pentágono, o agencias como la CIA. El presidente ha aprendido de los frenos parlamentarios que tuvo durante su primer mandato y está decidido a constituir una Administración a su medida.
Los tribunales es probable que frenen ese espíritu de salvaje oeste y con el paso de las semanas amaine la catarata de noticias, no por sorprendentes menos angustiosas, como el despido de una docena de inspectores generales encargados de prevenir abusos y mala administración, velando por la utilización adecuada de los fondos públicos.
A veces pareciera como si un loco pilotara el barco: ¿cómo puede un presidente después de más de 70 muertos pronunciarse sobre las razones del accidente aéreo sin haber esperado a las conclusiones de la investigación técnica?
Además, está intentando destituir a funcionarios que pueden o no ser progresistas, pero que tienen enormes conocimientos en su campo de especialización, y contratar a leales a MAGA que a menudo carecen de conocimientos o experiencia en su campo. Esa es la tensión que se encuentra en el centro de toda la estrategia de Trump: está actuando como un rey porque es demasiado débil para gobernar como un presidente. (Ezra Klein, 2025)
La eliminación de USAID, la agencia norteamericana de cooperación, que en los últimos años ha sido fundamental en la corrección de problemas de subdesarrollo en Latinoamérica y otros continentes, genera perplejidad, puesto que constituye también históricamente un medio de ampliación de la influencia política norteamericana. Destruir lo bueno hecho lleva unos pocos segundos, construir lo nuevo lleva años de trabajo. (C. Kaplenbach, 2025).
La capacidad que tiene la democracia norteamericana de resistir embates como el actual genera nervios en Europa, pero esperemos que en esta ocasión la imitación de las decisiones presidenciales sea escasa.
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