El Ártico se ha consolidado como una de las regiones más estratégicas del siglo XXI. Su importancia radica en el impacto del cambio climático, las reservas energéticas y minerales, y su posición geoestratégica clave para el comercio y la defensa.
El Ártico es una región crítica en el contexto global, caracterizada por su vulnerabilidad al cambio climático1, su riqueza en recursos naturales y su creciente importancia geopolítica. Esta zona se está calentando cuatro veces más rápido que el promedio global, provocando un desastre masivo y afectando los ecosistemas y las comunidades locales. Este fenómeno también tiene efectos globales, como el aumento del nivel del mar y alteraciones en los patrones climáticos2.
Se estima que el Ártico alberga alrededor del 13% de las reservas mundiales de petróleo sin descubrir y el 30% de las de gas natural. De estas reservas, Rusia controla aproximadamente el 50 % del petróleo potencial y el 70 % del gas, convirtiendo estos recursos unas herramientas políticas de primer nivel. También hay depósitos de tierras raras y minerales críticos como el níquel, el cobalto y el oro3.
El deshielo en el Ártico, acelerado por el calentamiento global, ha transformado la situación en la región. Nuevas áreas de explotación de recursos naturales están emergiendo, a la vez que se abren nuevas rutas marítimas como el Paso del Noreste (Ruta del Mar del Norte) que reducen significativamente el tiempo de navegación entre Europa, Asia y América.
Desde un punto de vista geopolítico y de seguridad, la región es clave para las estrategias de defensa, especialmente para Rusia y Estados Unidos, que tienen capacidades militares en la zona. Las rutas del Ártico son fundamentales para la proyección de poder y control en el hemisferio norte.

Océano Atlántico Norte. Mapa de la CIA
La región del Ártico abarca una superficie aproximada de 14,1 millones de km², lo que equivale a cerca del 8% de la superficie terrestre. Esta extensa región está compuesta principalmente por un océano cubierto por una banquisa4, estacional y perenne, rodeada por tierras de baja densidad poblacional y subsuelo helado. El Ártico comprende los mares de Groenlandia, Barents, Kara, Siberia Oriental, Láptev, Chukchi y Beaufort.
Con una población aproximada de 4 millones de habitantes, casi la mitad de ellos residen en Rusia, donde conviven más de 30 pueblos nativos, que representan alrededor del 10% de la población total. Estas comunidades hablan al menos diez idiomas diferentes, reflejando una notable diversidad cultural. A diferencia de la Antártida, las temperaturas del Ártico son menos extremas, lo que ha permitido la presencia de asentamientos humanos de carácter secular junto con una rica fauna adaptada al frío.
La región se caracteriza por una notable diversidad de intereses geopolíticos, económicos y medioambientales, lo que ha dificultado establecer un marco jurídico claro y consensuado para su gobernanza. Este vacío normativo se ve agravado por la falta de una definición universalmente aceptada del Ártico. En términos geográficos, se ha definido como el espacio dentro de la isoterma de 10°C en el mes de julio, o como el área al norte de la línea arbórea (también conocida como la «línea de crecimiento del árbol») donde no es posible el desarrollo de árboles debido a las condiciones climáticas.
Sin embargo, la delimitación más común aceptada, aunque no exenta de disputas, es el área situada al norte del paralelo 66° 33′ 45» N, conocido como el Círculo Polar Ártico.Cabe destacar que algunas definiciones más amplias incluyen áreas adicionales, dependiendo de los intereses estratégicos o científicos en el juego.

Museo Arktikum. Rovaniemi (Finlandia)
En la región ártica confluyen los intereses de Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca (incluidas las Islas Feroe y Groenlandia), Islandia, Rusia, Estados Unidos y Canadá, configurando un espacio de intereses no del todo claros ni explícitos, debido a que los objetivos finales de estos Estados trascienden las motivaciones declaradas. Todos ellos son miembros del Consejo Ártico, un foro que hasta ahora ha mantenido un cierto “statu quo” en la gobernanza de la región, basado en la cooperación. No obstante, cada país combina su identidad nacional con una identidad ártica cuyo peso varía según su posición geográfica y estratégica.
Entre los Estados ribereños del Ártico destacan las superpotencias con intereses globales. La geografía, particularmente las extensas costas de Canadá y Rusia, refuerza su identidad ártica, mientras que Noruega prioriza esta región en su política exterior. El resto suelen mantener un perfil más discreto debido a su situación geoeconómica, su pertenencia a la Unión Europea o su ubicación geográfica menos prominente en la región.
Además, el Ártico cuenta con vastos recursos minerales, como oro, plata, platino, níquel, plomo, molibdeno y estaño, presentes en su lecho submarino5, así como importantes pesquerías que representan el 4 % de las capturas mundiales. También destaca la producción de diamantes, como los extraídos de la mina Diavik, situada en una isla helada durante diez meses al año. Aunque muchas de estas riquezas aún son de difícil acceso, en zonas comparativamente más cálidas, como el mar de Barents, ya se están explotando. La cooperación entre Rusia y Noruega en esta área ilustra cómo las transferencias tecnológicas han facilitado estas actividades, permitiendo el desarrollo económico en un entorno inhóspito.
La competencia por los recursos ha llevado a los países árticos a ampliar sus áreas marítimas, en un contexto marcado por las aspiraciones de Rusia de recuperar su liderazgo histórico y por la intensificación de la rivalidad entre China y Estados Unidos.6
La singularidad del Ártico como una región rica en recursos estratégicos, con un entorno ecológico frágil y una creciente relevancia geopolítica, subraya la necesidad de avanzar hacia un consenso global para su protección y gestión sostenible.
En este contexto, Donald Trump Jr. aterrizó el pasado martes 7 de enero en Groenlandia, la isla autónoma ártica que su padre, el presidente de EE.UU., ha manifestado interés en adquirir, a pesar de las reiteradas declaraciones de Groenlandia de que no está a la venta. Donald Trump Jr. calificó su reciente viaje como «un poco de diversión para un amante del aire libre» y expresó su entusiasmo por visitar Groenlandia.

Además, afirmó: «Hay que hacer Groenlandia grande otra vez», lo que ha avivado las especulaciones sobre posibles planes estratégicos de su padre, que en diciembre, reavivó los llamamientos realizados durante su primera presidencia, calificando la adquisición de Groenlandia (isla autónoma danesa y, por tanto, aliada de la OTAN), como“una necesidad absoluta” para Estados Unidos.
Poco después, durante una conferencia de prensa,7 evitó descartar el uso de “coerción militar o económica” para hacerse con Groenlandia, o incluso con Panamá, que también expresó su interés en controlar. “No, no puedo garantizar en ningún caso, pero sí puedo decir esto: las necesitamos por seguridad económica”.
La propuesta de Trump ha suscitado una mezcla de críticas y escepticismo, particularmente entre los actores rusos, que han advertido sobre las posibles implicaciones a largo plazo para el equilibrio geopolítico en el Ártico. La Unión Europea ha expresado su preocupación y ha pedido respeto a la soberanía de Groenlandia como un “valor diplomático y principio clave”, minimizando la polémica y calificándola de “hipotética”, confirmando que el artículo 42.7 de los tratados de la UE, que regula la asistencia mutua entre Estados miembros, podría aplicarse legalmente a Groenlandia en caso de un ataque extranjero. Francia ha adoptado una postura más firme, advirtiendo al presidente Donald Trump que no puede amenazar fronteras soberanas de la UE, a pesar de que Groenlandia no es miembro del bloque.
Contexto Histórico. La región polar americana fue habitada por primera vez hace al menos 50.000 años. En ese momento, el nivel del mar estaba bajando, lo que permitía que la gente se trasladara entre Alaska y Siberia a través del puente terrestre de Bering. Sin embargo, la Región del Polo Norte permaneció en gran medida inexplorada durante gran parte de la historia europea. Solo se describió como una región donde el sol se pone por solo tres horas y el agua se convierte en una sustancia sólida sobre la cual la gente no puede navegar ni caminar. El Océano Ártico no se cruzó hasta el siglo XX. Los exploradores que estuvieron más cerca del Polo Norte informaron que la región estaba cubierta por un grueso casquete polar durante todo el año.
Groenlandia fue colonizada por Dinamarca en el siglo XVIII. Durante más de 200 años, la población inuit fue sometida a políticas paternalistas que restringieron su autonomía y control sobre sus recursos. En 1953, dejó de ser una colonia para convertirse en parte integral de Dinamarca como condado. Sin embargo, esta integración fue vista como una imposición, ignorando las aspiraciones de la población local. Durante la Guerra Fría, Groenlandia fue un escenario estratégico para Estados Unidos y Dinamarca. La base militar de Thule, construida sin el consentimiento de los groenlandeses, provocó desplazamientos forzados y contaminación ambiental, dejando una herida profunda en la memoria histórica.
Explorar cómo estos agravios alimentan el nacionalismo groenlandés, que tiene un fuerte movimiento independentista que busca mayor autonomía o independencia total,permite comprender las tensiones actuales y las y las perspectivas de futuro. En este contexto, los agravios históricos entre Groenlandia y Dinamarca no solo son un tema del pasado, sino que continúan moldeando las relaciones actuales y son esenciales para comprender cómo Groenlandia podría transformar su posición geopolítica y económica en las próximas décadas.
En la II Guerra Mundial, aunque el Ártico no fue un frente principal, fue escenario de enfrentamientos importantes. La ocupación de Noruega por Alemania (1940) tuvo un impacto estratégico y proporcionó a los alemanes bases avanzadas desde las cuales operar en el Ártico y amenazar a los convoyes aliados. Las estaciones meteorológicas de Groenlandia y Svalbard fueron bases de vigilancia y meteorológicas, esenciales para planificar operaciones militares en Europa. En 1969, Wally Herbert se convirtió en la primera persona en cruzar la superficie del océano, desde Alaska hasta Svalbard.
PRINCIPALES RUTAS MARÍTIMAS EN EL ÁRTICO: CONTEXTO GEOPOLÍTICO Y COMERCIAL8
Las rutas marítimas del ártico son estratégicas para el comercio global, pero su control es disputado por Rusia y Canadá, generando tensiones geopolíticas9. Existen conflictos en el Consejo Ártico sobre la regulación de estas rutas entre Rusia, Canadá y EE.UU. Rusia monitorea activamente el tráfico en la Ruta del Mar del Norte, aumentando la presencia militar para proteger sus intereses. MarineTraffic confirma un aumento significativo en el tráfico comercial tanto en la Ruta del Mar del Norte como en el Paso del Noroeste. China usa estas rutas para reducir costos logísticos al transportar mercancías hacia Europa.

Rutas de navegación por el Ártico
Arctic Bridge o Puente Ártico, es una ruta marítima estacional de unos 6.700 km que conecta el puerto ruso de Múrmansk con el puerto canadiense de Churchill, en la Bahía de Hudson. Esta ruta ha sido posible gracias al deshielo en el Ártico y, aunque actualmente solo es navegable durante cuatro meses al año, representa un eje estratégico en el comercio internacional. Rusia impulsa activamente el desarrollo del Puente Ártico como parte de un plan estratégico para integrar Europa, Asia y América del Norte, promoviendo conexiones comerciales clave entre ciudades como París, Berlín, Tokio y Beijing. Si se combina con el desarrollo completo del Paso del Noroeste, esta ruta podría convertirse en un corredor comercial fundamental entre Europa y América del Norte.
Northern Sea Route (NSR) o Ruta del Mar del Norte, discurre a lo largo de la costa norte de Rusia, desde el Mar de Kara hasta el Estrecho de Bering, atravesando regiones cercanas al Polo Norte y conectando Europa con Asia. Es la más desarrollada, gracias a la infraestructura construida por Rusia y permite reducir hasta un 40 % el tiempo de viaje entre Europa y Asia en comparación con el Canal de Suez. Sin embargo, enfrenta altos costos operativos debido al uso de rompehielos y está sometida a un fuerte control político y económico por parte de Rusia. Su viabilidad depende de un deshielo más pronunciado del Ártico.
Northwest Passagwe (NWP) o Paso del Noroeste. Atraviesa el Archipiélago Ártico Canadiense, conectando el Océano Atlántico con el Pacífico. Esta ruta reduce significativamente las distancias entre Europa y Asia en comparación con el Canal de Panamá. No obstante, esta limitado por la presencia de hielo durante gran parte del año y las reclamaciones territoriales y derechos soberanos por Canadá. Si bien es una opción estratégica para conectar América del Norte y Asia, su desarrollo pleno depende de cambios significativos en las condiciones del hielo y en la resolución de las tensiones diplomáticas.
Transpolar Sea Route Ruta (TSR), también conocida como Ruta Transártica, es una futura vía marítima que conectará el Océano Atlántico con el Océano Pacífico a través del centro del Océano Ártico, pasando cerca del Polo Norte. A diferencia de la NSR y el NWP, el TSR tiene implicaciones geopolíticas clave, ya que pasa fuera de las ZEE de los estados árticos, lo que la convierte en un punto de interés para países que ven el Ártico como una futura ruta comercial global. Con una extensión de unos 3.900 km, ofrece un importante ahorro de distancia entre Europa y Asia, siendo la más corta entre las rutas marítimas del Ártico.
No obstante, su viabilidad depende de una disminución permanente en la extensión del hielo marino. Actualmente, solo es navegable con rompehielos, aunque se espera que sea más accesible en el futuro debido al deshielo acelerado. En 2012, el rompehielos chino Xue Long fue uno de los primeros buques importantes en atravesar esta ruta. En 2019, la compañía alemana Bremenports anunció la construcción del puerto de Finnafjord en Islandia, diseñado para atender al transporte marítimo transártico.
PROYECCIÓN DEL ÁRTICO A CORTO, MEDIO Y LARGO PLAZO
El Ártico se proyecta como un indicador clave del equilibrio de poder global, con implicaciones directas en la seguridad energética, alimentaria y climática. La cooperación internacional será crucial para mitigar los impactos globales, proteger los ecosistemas y garantizar la estabilidad en una de las regiones más críticas del planeta.
Con las medidas adoptadas hasta ahora las proyecciones indican los siguientes escenarios:
Corto Plazo (2025) | Medio Plazo (2030) | Largo Plazo (2050) | |
Cambio climático y efectos globales | Aceleración del deshielo. Aumento nivel del mar. Inundaciones y clima y eventos extremos. Crisis migratorias de países afectados cambio climático y enfrentamientos por recursos. | Veranos sin hielo. Aumento nivel del mar y amenaza ciudades costeras. Cambio patrones climáticos (huracanes, sequías), Desplazamiento poblaciones costeras y aumento global migraciones. | Reducción masiva permafrost. Liberación metano. Colapso de ecosistemas, aumento del nivel del mar, alteraciones climáticas extremas y migraciones masivasen el mundo. |
Recursos minerales y pesqueros | Exploración recursos minerales y pesqueros. | Explotación recursos. Desarrollo rutas marítimas estables. Riesgo de sobreexplotación pesca. | Tensión por control minerales críticos y rutas marítimas. Agotamiento recursos pesqueros |
Geopolítica: riesgos y países implicados | Rusia fortalece presencia. Tensiones en el Consejo Ártico. Rivalidad EE. UU., Rusia, China y países árticos. Inicio militarización regional. | Disputas soberanía áreas ricas en recursos y conflictos territoriales. Tensiones en torno a las nuevas rutas marítimas. Participación activa de China en infraestructura y acuerdos bilaterales con países árticos. | Tensiones globales por:conflicto rutas marítimas. Interrupciones cadenas de suministro. Crisis climática, económica y humanitaria. |
PRINCIPALES ACTORES Y AMBICIONES ESTRATÉGICAS

El Consejo del Ártico, creado en 1996 mediante la Declaración de Ottawa, es el principal foro intergubernamental para promover la cooperación entre Estados, Pueblos Indígenas y habitantes del Ártico, centrándose en el desarrollo sostenible y la protección ambiental. Los ocho Estados árticos miembros (Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia, Suecia y Estados Unidos) toman decisiones por consenso y son responsables de la administración de la región según sus jurisdicciones nacionales y el derecho internacional.
Además, seis organizaciones indígenas cuentan con estatus de Participantes Permanentes (Asociación Internacional Aleut (AIA); Consejo Ártico de Athabaskan; (ACA); Gwich’in Council Internacional (GCI); Consejo Circumpolar Inuit (CPI); Asociación Rusa de Pueblos Indígenas del Norte (RAIPON y el Consejo Saami) y trece países no árticos, incluidas naciones europeas (Alemania, España, Francia, Italia, etc.) y asiáticas (China, India, Japón, entre otros), poseen estatus de observadores, junto con 23 organizaciones internacionales que pueden participan en reuniones y proyectos del Consejo, pero no tienen derecho a voto ni demandas territoriales en el Ártico.
La UE ha buscado ser observador permanente, pero su solicitud ha enfrentado obstáculos, como el veto de Canadá debido a la prohibición de la caza de focas por parte de la UE. Aunque la UE mantiene políticas y acuerdos comerciales relevantes para la región, las tensiones derivadas del conflicto en Ucrania complican su estatus actual.
Los principales actores en la región son Rusia, EE. UU, Canadá, Noruega y Dinamarca (a través de Groenlandia). China destaca como un actor externo con intereses estratégicos en el área. Rusia es el actor más dinámico en la región. Tiene la mayor longitud de costa ártica y cuenta con una importante infraestructura militar. Ha revitalizado bases de la era soviética y construido nuevas instalaciones consolidando su hegemonía mediante la expansión de rutas marítimas como la Ruta del Mar del Norte (NSR). Reivindica extensas áreas submarinas ricas en recursos a través de la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de la ONU.

Mapa con los emplazamientos de las bases de la Flota Norte, incluidos astilleros y depósitos de material radioactivo (Fundación noruega Bellona).
RUSIA. ESTRATEGIA DE DEFENSA EN EL ÁRTICO | |
Archipiélago de Nueva Zembla | Instalaciones dotadas con sistemas de defensa aérea de última generación S-400. |
Base Naval (BN) de Nagurskoye (Isla Alexandra Land) | Principal base de la Flota del Norte, dotada de submarinos nucleares. Es una de las bases más avanzadas. |
BN Zapadnaya Litsa. Ubicada en el norte de Rusia, en el fiordo de Litsa, cerca de la península de Kola, a unos 120 kilómetros de Múrmansk. | Es la base más grande e importante de la Flota del Norte y es la sede de las nuevas generaciones de submarinos multifunción, estratégicos y tácticos. |
BN Islas Kotelny, relacionada con la BN Zapadnaya Litsa. Las Islas Kotelny son parte de las islas Anzhu, que forman parte de las islas de Nueva Siberia en la Rusia ártica. Un territorio prácticamente deshabitado que pertenece a Rusia. | Con presencia de tropas permanentes y sistemas de defensa costera Bastion. La base está en proceso de restauración y formará parte del sistema de bases que Rusia utilizará para patrullar la región del Ártico. |
BN Franz Josef Land y Tierra del Norte | Bases para control estratégico. |
Estados Unidos trata de contrarrestar la influencia rusa y china en la región, incrementando su presencia militar a través del Comando del Ártico y fomentando, hasta la llegada del presidente Donald Trump, la cooperación con Canadá y Dinamarca (Groenlandia). Aunque ha aumentado su disposición militar en el Ártico, especialmente en Alaska, sus políticas aún están marcadas por la falta de un marco integral para el Ártico.

Base de Thula (Groenlandia), bajo gestión danesa.
ESTADOS UNIDOS. ESTRATEGIA DE DEFENSA EN EL ÁRTICO Se hospeda al XXII Escuadrón de Alerta Espacial, parte del Sistema de Alerta Temprana de Misiles Balísticos (BMEWS) diseñado para detectar y rastrear misiles balísticos intercontinentales (ICBM). Alberga al III Destacamento del 22 Escuadrón de Operaciones Espaciales (parte del 50th Space Wing), una red global de control de satélites y nuevos sistemas de armas. Cuenta con una pista de aterrizaje de 3000 metros desde la que se efectúan 2600 vuelos anuales hacia los EE. UU. y otros países del mundo. |
Fort Greely y Eielson AFB (Alaska) | Centros para la defensa de misiles y operaciones aéreas. |
Joint Base Elmendorf-Richardson (Alaska) | Sede de fuerzas aéreas y terrestres. |
El papel de EE.UU. en el Ártico es crucial, tanto como potencia económica y militar, como en el marco de la lucha contra el cambio climático. Aunque históricamente su participación ha sido intermitente, en el medio y largo plazo se espera que asuma un liderazgo más consistente debido a los retos globales y a la necesidad de contrarrestar la influencia de sus principales rivales geopolíticos.
Otros actores son Canadá y Dinamarca que reivindican territorios y defienden sus intereses nacionales en medio de tensiones sobre fronteras marítimas. Noruega, además, combina su pertenencia a la OTAN con un enfoque pragmático hacia Rusia.
CANADA, NORUEGA Y DINAMARCA ESTRATEGIA DE DEFENSA EN EL ÁRTICO | |
CANADA | |
Base CFS Alert (Nunavut) | Base de inteligencia y monitoreo cerca del Polo Norte |
Estaciones de radar del NORAD | Distribuidas en el Ártico canadiense como parte del sistema de defensa conjunta con EE. UU. |
NORUEGA | |
Base de Evenes | Centro de operaciones para aviones de patrulla marítima. |
Tromsø | Instalaciones que apoyan la OTAN y submarinos nucleares de EE. UU. |
DINAMARCA (GROENLANDIA) | |
Base Thule (en colaboración con EE. UU). | Está fortaleciendo capacidades de patrullaje marítimo y aéreo en Groenlandia. |
China, busca ser un «Estado cercano al Ártico» mediante la iniciativa de la “Ruta de la Seda Polar”, con importantes inversiones en infraestructuras, investigación científica polar y minería, lo que genera preocupación entre los actores tradicionales por su creciente influencia.
INFRAESTRUCTURAS CHINAS EN EL ÁRTICO | |
Estación Amarilla | Svalbard, Noruega. Investigación científica, para estudios climáticos y geofísicos. |
Inversiones en minería y energía | Islandia: Acuerdos para explorar energía geotérmica.Groenlandia: Participación en proyectos de extracción de minerales incluidos uranio y tierras raras. |
Infraestructura portuaria | Kirkenes (Noruega). Inversiones en puertos clave en el Círculo Polar Ártico, para facilitar el comercio a lo largo de las rutas marítimas. |
Rutas marítimas | Promoción del uso del Paso del Noreste (a través de las aguas rusas) para reducir tiempos de transporte hacia Europa. |
INTERESES ESPAÑOLES EN EL ÁRTICO

Atajando por el Polo Norte, las nuevas rutas que abre el cambio climático. Nobott
Como cualquier país del hemisferio norte, España se ve directamente afectada por los impactos del cambio climático en el Ártico, una región con la que mantiene vínculos históricos, particularmente en los ámbitos de la navegación, la pesca y el comercio.
Los orígenes de la flota bacaladera española se remontan a más de 500 años. Durante los siglos XVI y XVII, la pesca del bacalao adquirió un notable interés, siendo las aguas de Terranova y Groenlandia los principales caladeros de la flota. Sin embargo, en 1977, la ONU estableció las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE), extendiendo la jurisdicción de los países ribereños desde las 12 hasta las 200 millas náuticas.
Este cambio, junto con el colapso de las poblaciones de bacalao en el Atlántico Noroeste durante la década de 1990, provocó una drástica reducción de las unidades pesqueras. En respuesta, la flota española trasladó su actividad principal al mar de Barents, dentro de la ZEE de Noruega, al norte del paralelo 62º Norte, y al archipiélago de Svalbard, regulado por un acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Noruega. Desde 2010, se han observado signos de recuperación en los caladeros de Terranova, lo que ha permitido un tímido retorno de la flota a esta zona tradicional de pesca.
De cara al futuro, las posibilidades de pesca de bacalao ártico para la flota de la Unión Europea han experimentado un ligero aumento. La cuota española, que representa una cuarta parte del total comunitario, ha pasado de 2.533 toneladas en 2024 a 2.617 toneladas en 2025, lo que supone un incremento del 3%. Además, se mantienen inalteradas las posibilidades de captura de gallineta ártica, con un total de 106 toneladas explotadas también por la flota española.
No obstante, la flota bacaladera enfrenta desafíos debido a la falta de acuerdos pesqueros con Noruega. La renovación de estos acuerdos resulta esencial para garantizar el acceso de la flota española a las aguas noruegas y asegurar la sostenibilidad de las pesquerías de interés. Las negociaciones entre la UE y Noruega continúan, y se espera que en futuras rondas se aborden temas clave, como el estado de las poblaciones de especies fundamentales, incluido el bacalao ártico.
DATOS CLAVE (INTELIGENCIA PROSPECTIVA) | |||
NATURALEZA | EVALUACION | ESCENARIOS | PROPOSITO |
Investigación científica | CSIC (6 proyectos investigación). Cambio climático, deshielo polar, biodiversidad y dinámica oceánica. | Mas de 50 investigadoresespañoles trabajan en estudios árticos. | Anticipación efectos cambio climático, biodiversidad y dinámica oceánica. |
Cambio Climático y Seguridad | Efectos deshielo: elevación nivel del mar en costas españolas. Aumento eventos climatológicos extremos y migraciones. | Estimación pérdidas económicas globales: >70.000 M€/año 2050. | Planificación de Escenarios. Sectores afectados turismo y pesca |
Intereses Económicos y Energéticos | Nuevas rutas árticas reducirían un 30% costes transporte marítimo entre Asia y Europa. | Generación > 10.000M€/año economía UE., Algeciras y Valenciapodrían beneficiarse. | Preparar flota y puertos para nuevos escenarios |
Exploración y logística de minerales críticos (litio, níquel…) | Empresas españolas (Repsol, Navantia…) podrían participar en proyectos. | Nuevas oportunidades para España en la región. | |
Posible incremento pesquerías | Recuperación caladeros | Aumento actividad flota española | |
Diplomacia y geoestrategia | Influencia (observador Consejo Ártico) en relación con sostenibilidad y cooperación internacional. | Mantiene acuerdos cooperación científica y económica (Noruega y Canadá). | Mejora proyección internacional y posibilidad de ampliar acuerdos |
Turismo. Mercado en crecimiento, | Operadores españoles están explorando este nicho. | >3.000 turistas españoles visitaron destinos árticos (2023). | Posible crecimiento >20% anual. |
En resumen, España aspira a desempeñar un papel activo en el diálogo sobre el futuro del Ártico y en las instituciones relacionadas con la región. Como observador permanente del Consejo Ártico desde 2006, participa en iniciativas clave a través de instituciones como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que contribuyen al estudio del cambio climático, la biodiversidad y la dinámica oceánica.
Aunque los intereses de España en el Ártico son menos evidentes en comparación con los de otros países árticos, poseen una relevancia estratégica clave para la seguridad climática, la economía y la proyección internacional. España mantiene un firme compromiso de colaboración con socios y aliados de la región, con el objetivo de promover un desarrollo sostenible que beneficie tanto a las comunidades locales como al equilibrio global. Una mayor implicación estratégica en el Ártico no solo fortalecerá estos intereses, sino que también abrirá nuevas oportunidades para la presencia y el liderazgo español en la región.
Informes sobre impacto cambio climático en regiones polares: https://www.ipcc.ch/ Estudios sobre deshielo Ártico e impactos globales https://www.noaa.gov/ ↩︎
https://www.agenciasinc.es ↩︎
Estudios sobre reservas de petróleo, gas y minerales en el Ártico: https://www.usgs.gov. Iniciativas económicas en el Ártico y sostenibilidad. https://arcticeconomiccouncil.com/ ↩︎
https://es.wikipedia.org/wiki/Banquisa ↩︎
Análisis explotación sostenible recursos en Ártico https://www.weforum.org/ ↩︎
Geopolítica www.wilsoncenter.org. https://arctic-council.org, https://www.thearcticinstitute.org/. https://www.csis.org/ ↩︎
https://elpais.com/internacional/2024-12-24/trump-proyecta-sus-ansias-imperiales-sobre-groenlandia-panama-y-canada.html ↩︎
https://www.nobbot.com ↩︎
Este informe integra información obtenida a través de HUMINT (inteligencia humana), SIGINT (inteligencia de señales) y OSINT (inteligencia de fuentes abiertas) para analizar factores estratégicos del Ártico. ↩︎