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El habla del Norte de Marruecos o la suerte de tener dos idiomas en uno

sahuen

Por razones geográficas, históricas y humanas, el Norte de Marruecos ha sido siempre una especie de ‘melting pot’ entre España y Marruecos. Una de las manifestaciones más   redundantes de esta multiculturalidad es el habla que se practica en estos lares que ha ido moldeándose con el tiempo hasta convertirse en un idioma doble, en ‘dos lenguas en una’.

No cabe duda de que el uso frecuente y generalizado de voces y locuciones de origen español por parte de los norteños marroquíes responde a ciertas necesidades emocionales y/o intelectuales compartidas con sus vecinos de la otra ribera fruto de una larga y extendida vida en común.

Decía de Musset que el único verdadero lenguaje es el beso. Éste se dice ‘busa’ en esta zona geográfica, en Marruecos de cabo a rabo, y por doquier en los países árabes. No en vano se insiste en que una palabra bien escogida, y no importa en qué idioma, puede ahorrar no sólo cien palabras sino cien pensamientos.

Y no en balde se dice que las lenguas, igual que las religiones, viven de herejías y préstamos.

Si la genialidad de todos los dialectos radica en su capacidad de adaptar los vocablos de otros idiomas a su propia fonética e integrarlos en su utilización diaria, el habla del Norte de Marruecos, y el de Tetuán en particular, va más allá atreviéndose, a veces, a atribuir usos diferentes a los términos originales en español,

Estas ‘equivocadas’ pronunciaciones y usanzas son incluso comulgadas por los nativos con alto nivel de estudio en lengua española. Un error difundido, dice el proverbio árabe, vale más que un acierto abandonado. Hablando en plata, la mala moneda acaba siempre echando a la buena.

Y menos mal porque como bien decía Alfonso Reyes, gran escritor, jurista y diplomático mejicano, si a los cultos estuviera confiado dar el aliento a los idiomas, en la Europa Occidental todavía se estaría hablando en latín.

Nolens volens, los dialectos dan siempre mejor descendencia porque repudian la endogamia y se zafan de la pureza.

Dicho esto, vamos a lo nuestro. Echemos un vistazo a este dialecto tan sabroso como peculiar. He aquí una primera muestra:

Simana li fatet, klina frestaurante fplaya drincon , kuna grupo bina, tlebna shlada, fritura d-lhout mjalta, fiha calamares, lenguado, peshcadilla w gamba, men ba3d zidna fuente de corvina rigamonte, dorada w lubina a la plancha , w zadna huwa tapas de conchas w anchoas, croquetas w pinchos d- tortilla. Postre tlbna crema catalana, flan w tebsel dl-fruta fiha piña, fresa, kiwi, mandarin w lchin. Camareros kanu driyefin w profesionales, 3tenahum propina mziwna.

No cabe duda de que la mitad de las voces en esta conversación sobre gastronomía son de origen español, pero lo más sugerente es que esta miscelánea lingüística se extiende a todos los ámbitos, incluido lo que a juegos infantiles y cancioncillas que los acompañan se refiere, bien es cierto que su número ha ido menguado progresivamente desde los años ochenta.

Con ello no pretendo que el 50% de este dialecto provenga del español, esto sería una exageración aunque ésta, dice el refrán árabe, ofrece mejor visibilidad. En verdad, hablamos de alrededor de un 20%, o sea de un amplísimo e interesante corpus lingüístico que no gozado aun de la atención que se merece.

Dos libros que celebran este legado que merece ser proclamado patrimonio inmaterial de la humanidad

Nacido y criado en Tetuán a mitad de los años sesenta, crecí expuesto a la resonancia de estas palabras, giros y juegos infantiles que brotaban de la lengua española. Hoy, consciente de la riqueza singular de este legado pero también de la erosión que padece por varias razones, me he propuesto documentar, analizar y difundir este tesoro a través de la publicación de dos libros (a la espera de un tercero), a saber:

1-Vocablos españoles en el habla del Norte de Marruecos.

2-Compendio de vocablos, expresiones, juegos infantiles y topónimos de origen español en el habla del Norte de Marruecos.

Las razones que me han llevado a emprender esta tarea me habitan desde hace casi medio siglo. A lo largo de todo este tiempo, más de una vez me tuve que parar, ante cada una de estas palabras, en continuos intentos de alcanzar sus profundidades y descubrir sus formas y etimologías, apuntando todo cuanto se me iba ocurriendo, esperando el momento oportuno, que llegaría algún día, para ofrecerlas como una cosecha madura nacida de un esmerado esfuerzo.

Y ese día llegó, en plena pandemia de Covid-19.  Confinado uno, privado de libertad, y viendo desaparecer de un día para otro a personas muy queridas, me acordé de dos grandes personajes que me han inspirado mucho a lo largo de mi vida, Albert Einstein que aconsejaba a nunca guardar en la cabeza aquello que nos quepa en el bolsillo, y Henry Todd que nos invita a dejarlo todo aquí antes de irnos. A algo parecido aludía Machado en su bella citación: ‘en cuestiones de cultura y saber, solo se pierde lo que se aguarda, solo se gana lo que se da’.

¡Manos a la obra, me dije!

Objetivos de estas obras:

Entre los más destacados, mencionamos:

– Primero: Acopiar, divulgar y salvaguardar este rico y caudaloso legado.

-Segundo: Ofrecer a los lectores marroquíes y españoles la posibilidad de disfrutar de una lectura holgada y gustosa de un acervo de términos y expresiones de origen español que usa en su habla diaria, matizando las diferencias a nivel de pronunciación tanto entre las diferentes categorías de población como entre las ciudades.

-Tercero: Brindar a los lectores e investigadores de ambas riberas, merced a la clasificación en ámbitos, la posibilidad de acceder directamente al vocablo, conocer su origen, su significado o significados, si ha sufrido algún cambio o no, sus derivados, las expresiones en que se usa, su etimología, etc.

-Cuarto: Precisar la magnitud de la influencia lingüística en cada ámbito y delimitar por tanto la naturaleza de los vectores lingüísticos y culturales en el periodo de tiempo escogido.

-Quinto: Hacerles descubrir muchas voces derivadas del castellano pero adaptadas a la construcción lingüística local como sabniya (sabanilla), kuw.waj (cojear aplicada al juego de parchís), m-ganchar (enganchado), m-gashtar (desgastado), b-shneja (biznaga) etc.

-Sexto: Explorar voces que ya no se usan en el español actual pero siguen vivos en el dialecto del Norte de Marruecos. Tal es el caso de bac.cha (procedimiento para alisar el cabello), l-bufia (furgón policial), polo (apolo-helado), etc. Otras son de origen caló que se instalaron en el habla local con la llegada de los gitanos durante el protectorado como chinorre, n.naja (la naja) y ¡nanay!

-Séptimo: Enterarse de las nuevas utilizaciones locales de ciertas palabras de origen español como chupar (robar), l-kupia (la chuletilla), peson (marica), chap.pu (trabajo), ṭ.ṭirna (el/la acomodador/a), etc.

-Octavo: Acopiar un buen número de vocablos que hicieron un viaje apasionante de ida y vuelta entre las dos orillas del Estrecho de Gibraltar. De proveniencia árabe (y a veces persa), fueron adaptadas a la fonética andalusí y española en general para acabar en el Norte de Marruecos merced a la llegada de los moriscos y los españoles para adaptarse de nuevo a la fonética local. Tal es el caso de l-kay.yaṭa, l-manaque, n.nibar, l-paka, p-rgaṭa, r.rdoma y otras.

-Noveno: Descubrir un buen número de juegos infantiles heredados de la época de protectorado. Los hay de niños como el salto de caballo, el rey cojo, el pañuelo, l-kor (las canicas), salvo, el pater (batel), y también de niñas como la piola, piso (la rayuela) y salta o lastic (el elástico). Precisamos que lamentablemente, algunos de estos juegos ya no se practican en el Norte de Marruecos como en España.

A modo de conclusión:

El dialecto del Norte de Marruecos en general (y el de Tetuán en particular) es el equivalente en química de ‘superficie de adsorción’, un espacio, en este caso simbólico, donde reaccionan varios idiomas, el árabe y el español esencialmente, para crear un nuevo producto, un mejunje híbrido repleto de préstamos que traducen nuevas necesidades.

En efecto, igual que la adopción de miles de voces de origen árabe por la lengua española respondía en su momento a la necesidad de nombrar las nuevas cosas y los modernos usos ajenos a aquella realidad, el número impresionante de palabras y dicciones de origen español en el dialecto del Norte de Marruecos responden a la misma demanda de nombrar las manifestaciones de una nueva modernidad.

Para terminar, conviene matizar que si muchos vocablos y expresiones recogidas en las dos obras se siguen usando a gran escala por las diferentes generaciones, otros y otras sin embargo, son exclusivos a las generaciones nacidas antes de los años ochenta del siglo pasado. Por consecuente, no se sabe si van a seguir existiendo o se van a extinguir con la desaparición de dichas generaciones.

Por ello, es de suma importancia salvaguardar este importantísimo legado del olvido y el desgaste sistemático que sufre por varios motivos que explicitamos al final del segundo libro.

Usar los mismos términos y expresiones significa compartir el mismo registro psíquico-emocional. No en balde decía con acierto y rebrillo el historiador Mohamed Ibn Azzuz Hakim que en paz descanse: “El marroquí es un español islamizado y el español un marroquí cristianizado”.

Significa también compartir memoria, el único paraíso del que no podemos ser expulsados (Johan Richter).

Nuevas publicaciones de Mohamed Nouri que documentan y analizan la influencia de la lengua española en el dialecto del Norte de Marruecos:

1-Vocablos españoles en el habla del Norte de Marruecos.

2-Compendio de vocablos, expresiones, juegos y topónimos de origen español en el habla del Norte de Marruecos.

Disponibles en la librería Alcaraz en Tetuán.

Para más información: nourimar@gmail.com

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