El 1 de febrero de 2020 se produce la retirada del Reino Unido de la Unión Europea, como consecuencia de las negociaciones realizadas a partir de los resultados del referéndum de junio de 2016, en el que ganó el Brexit. Desde entonces, los británicos iniciaron unas negociaciones comerciales, y de todo tipo, con los Estados Unidos para compensar esta ruptura. Nadie, ni los más optimistas, entre los que muchos dicen que me encuentro, pensó que cinco años después, la situación iba a ser la opuesta. Se ha pasado del alejamiento progresivo a un acercamiento cada día más estrecho.
El lunes 3 de febrero de 2025, el Primer Ministro británico, Keir Starmer, participó en la cena que el Consejo Europeo informal estaba celebrando. Si bien, el motivo inicial de la cita era la profundización en seguridad y defensa, al final se trataron todos los temas políticos pendientes, especialmente las consecuencias de la ruptura de los compromisos internacionales del nuevo Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Es decir, el Reino Unido está viviendo, de forma muy similar al del resto de los países de la Unión, las consecuencias de las decisiones políticas que está adoptando la Casa Blanca en sus primeros quince días de mandato, y trata de elaborar una posición común con el resto de los europeos.
Llama la atención que los medios de comunicación españoles hayan escrito ríos de tinta respecto a las consecuencias, incluso negativas, de la retirada del Reino Unido, y sin embargo, ahora, creo que no se ha publicado ni una línea en torno a este acercamiento manifiesto, que no cabe duda de que tiene beneficios para todos. Esta nueva relación lleva ya meses de desarrollo, desde octubre de 2024 al menos, cuando hubo un primer encuentro entre Von der Leyen y Starmer, pero, posteriormente, se ha ido acelerando el acercamiento a través de diferentes actuaciones. Entre las más importantes está el inicio de las negociaciones en diciembre para conseguir un acuerdo de libre comercio entre ambos actores internacionales.
En una entrevista del Ministro británico para las Relaciones con la Unión Europea, Thomas-Symonds, del 4 de febrero, recuerda que el perjuicio de la salida del Reino Unido de la UE fue en las dos direcciones. A partir de los datos de 2023, las exportaciones europeas al Reino Unido se habían reducido un 32%, mientras que las británicas a la UE, un 27%, lo que, para él, era malo para todos y había que ponerle una solución inmediata. Sin embargo, no recordaba que, para el Reino Unido esta pérdida suponía cinco veces más, ya que la UE ha podido compensar con otros países, y tiene un comercio cinco veces superior.
De las reuniones mantenidas por el Primer Ministro Starmer con el Presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y el Ministro británico Thomas-Symonds con el comisario Maroš Šefčovič han establecido un marco de relaciones para los próximos meses donde se van a tocar no solo los aspectos comerciales, sino muchos asuntos más, como la seguridad y defensa, o la tecnología. Concretamente, han acordado que, el 19 de mayo habrá una Cumbre entre el Reino Unido y la Unión Europea en la que participarán el Starmer y autoridades británicas junto a los representantes de las instituciones europeas, con objeto de reforzar las relaciones futuras con un espíritu pragmático entre ambos actores.
Cuando se produjo la retirada, hace cinco años, muchos comentaristas señalaron los perjuicios que iba a suponer para la Unión Europea y para España. Otros, mantuvimos la posición contraria, entendiendo que la salida del Reino Unido iba a facilitar el funcionamiento de la UE y, sobre todo, su profundización. Hoy, creo que nadie tiene dudas de las ventajas de la retirada, ya que, gracias a eso, ha sido posible el Plan de Recuperación y el Fondo de Nuevas Generaciones de 2020 (a penas seis meses desde su salida) que hubiera sido imposible con el Reino Unido dentro.
Concretamente, unos meses antes de su salida, hubo unas negociaciones entorno a las perspectivas financieras, donde el Reino Unido no aceptaba que la aportación del PIB al presupuesto europeo fuera superior al 0,9%. Al final, como es sabido, un año después se consiguió, estando ellos ya fuera, que la cifra alcanzara casi el 2% para las perspectivas financieras 2022-2027. De tal manera, que la nueva situación de acercamiento nos permite pensar que, a veces, es imprescindible que se produzca la ruptura cuando ya la convivencia es imposible, debido a que teníamos dos visiones diferentes de lo que tenía que ser el proyecto común europeo en aquel momento. Si bien, las consecuencias negativas que ha tenido la retirada del Reino Unido para ellos, desde todo punto de vista, ha impulsado por su parte la necesidad de un acercamiento.
Pero, indudablemente, una de las consecuencias positivas de las decisiones del Presidente Trump en estos quince días de mandato son las que están permitiendo este cambio cualitativo del Reino Unido con la Unión Europea donde, además, hay una ruptura casi completa, en relación a sus privilegiadas relaciones transatlánticas que habían tenido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y hasta ahora. No hay que olvidar que De Gaulle llamaba al Reino Unido el portaviones norteamericano, y por eso no se fiaban de ellos y vetó inicialmente su entrada en la Comunidad Económica Europea. Por ello, podemos decir que en cinco años y, al final, gracias a Trump, la situación de alejamiento se ha transformado en un acercamiento progresivo.