El voto masivo de la población del Sáhara marroquí en las diferentes elecciones legislativas, comunales y locales de septiembre de 2022, que registraron el mayor índice de participación a nivel nacional, confirma su apego a la integridad territorial del Reino y a la aplicación de la regionalización avanzada y del nuevo modelo de desarrollo de las Provincias del Sur.
La implicación del votante saharaui en el proceso político para gestionar sus propios asuntos locales y regionales concreta su legitimidad representativa, consolida la política de unidad nacional y desenmascara los intentos separatistas de los enemigos de la integridad territorial, sobre todo, porque confirma la marroquinidad del Sáhara sustentada en realidades históricas innegables.
La participación en el proceso electoral de la población local del Sáhara demuestra que el plan de autonomía es la única solución que tiene en cuenta las expectativas de los habitantes de las Provincias del Sur, permitiéndoles elegir democráticamente a sus legítimos representantes y gestionar sus asuntos en democracia y estabilidad.
El Movimiento Saharaui por la Paz (MSP), fundado en 2020 y nacido en el interior de los campamentos, es una organización política y social comprometida con la promoción de la paz, la justicia y los derechos del pueblo saharaui. El MSP es una alternativa política que defiende una solución negociada al conflicto del Sáhara Occidental, basada en el diálogo y en un régimen de autonomía con garantías internacionales, y ha encabezado el esfuerzo por construir una nueva vía que supere el inmovilismo del Polisario.
En su conferencia organizada en Gran Canaria el 27 de febrero de 2025, a la que he asistido, el Movimiento Saharaui por la Paz ha presentado sus credenciales con apoyos claros de representantes saharauis, notables de las tribus y dirigentes políticos, expertos y personalidades internacionales, buscando el reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas de su legitimidad como representantes del pueblo saharaui. El objetivo es su inclusión en el proceso de negociación para una solución pacífica al conflicto que englobe y respalde la solución de una amplia autonomía bajo soberanía marroquí.
Los miembros del MSP subrayan que la mayoría de los dirigentes del Polisario no son originarios del territorio, sino personas nacidas en Marruecos, Argelia y Mauritania, sin relación con las inquietudes y preocupaciones de la población saharaui originaria que, mayoritariamente, ha vivido bajo la administración española. Por ello, el MSP, como representante de esa población y con el respaldo mayoritario de los notables tribales del territorio, busca la posibilidad de ser interlocutores en el proceso político.
La situación humanitaria en los campamentos de Tinduf, en Argelia, es desastrosa debido a la no acreditación de su población como refugiada. Se trata de una población indeterminada, ya que nunca se ha realizado un censo a pesar de las numerosas indicaciones de las Naciones Unidas, pues su establecimiento supondría la constatación de que son una minoría (nunca más de 15.000) los que pueden acreditar su inclusión en el censo de 1974 o que podrían serlo, según las instrucciones de las Naciones Unidas para la composición del cuerpo electoral. Además, destaparía que más del 70% de los inscritos viven en el Sáhara marroquí y el resto en el exterior de Marruecos, incluyendo los de los campamentos.
No hay libertad de movimiento en Tinduf, lo cual fue denunciado por el Comité de Derechos Humanos de la ONU en julio de 2018, que también recordó la obligación del Estado de acogida, vecino de Marruecos, de garantizar los derechos civiles y políticos de todos los habitantes en su territorio.
El Polisario no es representante de los saharauis, sino que personifica los intereses y la agenda de su país anfitrión, que controla a sus líderes en cada Congreso y reprime cualquier organización independiente en los campamentos. Nunca ha sido elegido ni designado democráticamente como «representante» por la población saharaui, incluyendo a los retenidos contra su voluntad en los campamentos de Tinduf.
El sentido de la responsabilidad, el realismo y el pragmatismo, así como la compasión por las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf, exigen que la comunidad internacional apoye la iniciativa marroquí de autonomía como única solución realista, seria y creíble al contencioso regional sobre el Sahara marroquí.
Conferencia pronunciada en Dakhla (Sáhara marroquí), organizada por AUSACO.

2 comentarios
Deseamos del poderoso Dios nosotros como verdaderos autoctonos ressidientes en Saguia El Hamra y El Rio de Oro.
Y como victimas y testmoños sobre el conflico infernal que destrozo el pueblo Sahraoui.
Y el que duro mas que cinco decadas de violaciones de derechos humanos,
En muchas ocaciones y diverses formas incontundentes,
Sentimos siempre expulsados y emigrantes .
Mientras que los demas se représentan como unicos sin ninguna relacion.
Por todo esto ,apoyo El M.S.P. a la solucion pacifica y duradera para los pueblos.
*EL SA.PR.IN.*
Un artículo muy esclarecedor que pone de relieve las verdaderas aspiraciones de la población saharaui, expresadas de manera clara y democrática a través de su participación masiva en las elecciones. Es alentador ver cómo el plan de autonomía propuesto por Marruecos se consolida como una solución justa, realista y respetuosa con los derechos de los habitantes del Sáhara. El papel del Movimiento Saharaui por la Paz aporta una nueva dinámica basada en el diálogo y la representatividad legítima. La comunidad internacional debe tomar nota de estas realidades sobre el terreno y respaldar una solución que garantice la estabilidad, el desarrollo y la dignidad para todos.