Apenas ha pasado una semana del inicio del segundo y último mandato del Presidente Trump y sus tecno oligarcas y parece que se les ha pinchado la burbuja. Un terremoto en la bolsa ha provocado un cambio de paradigma reorientando el futuro de la IA, con la irrupción en escena de la IA china DeepSeek , cuestionando las enormes inversiones que reclamaban los mangantes californianos.
Ya solo quedan 18 meses hasta la campaña de las elecciones “mid term” para que Donald Trump pueda conseguir sus objetivos y consolidar un legado que vaya más allá del caos que se perfila, el retroceso del conocimiento y la ciencia y el incremento de su patrimonio en lo que ya anda metido con los meme coins.
Si abordamos otro de los temas que ha propuesto como centrales, entre ellos la expulsión de 11 millones de emigrantes , Trump debería multiplicar por 10 las deportaciones realizadas por Joe Biden. De momento se ha limitado a ordenar que lo estudien, mientras reflexiona en las distintas posibilidades. Sus esfuerzos para exigir el autoritarismo invadiendo el espacio del legislativo están siendo frenados por decisiones judiciales. En los temas territoriales, la agresividad de Trump hay que saberla leer en clave de su pasado como promotor inmobiliario con poco éxito. Eso ayuda a entender las barbaridades expresadas sobre Groenlandia , Panamá y Gaza, así como su pretensión de acabar con la guerra en Ucrania , haciendo concesiones territoriales a Rusia .
¿Y mientras que hace Europa? El viejo continente precisa reforzarse institucionalmente con rapidez, impulsando en R+D y acelerar el despliegue de sus capacidades en materia de defensa, ocupándose de aumentar sus inversiones y en especial por la vía de la integración militar. El traslado de las bases rusas desde Siria a Libia aumenta la presión sobre el flanco sur de la OTAN, incidiendo de lleno en Italia y España.
Europa precisa una reacción reforzada, no solo para alejar a Marine Le Pen de una posible victoria, en Francia, sino que debe avanzar con decisión en consolidar un nuevo acuerdo entre la democracia cristiana y los socialdemócratas que estabilice la situación política y pueda contar como aliado indispensable con el Primer Ministro polaco, Donald Tusk. Las encuestas no son favorables a Olaf Scholz que señalan con un 18% la intención de voto, frente al cristiano demócrata Friedrich Merz que encabeza o el también socialdemócrata Boris Pistorius con un 66% en intención de voto. Las elecciones siguen muy abiertas y habrá que esperar resultados y largas negociaciones para conocer el resultado final en la tercera economía del mundo y primera de Europa.