Serie “Guardianes de la Historia” — La frontera entre íberos y romanos
Vamos de camino
Cuando partamos hacia Lezuza abandonaremos las rutas habituales para adentrarnos en un territorio donde nació una ciudad en la frontera de dos mundos. Allí, sobre una meseta abierta al horizonte, se alza Libisosa, enclave íbero primero y municipio romano después, cruce de caminos entre la Meseta, la Bética y el Levante. Sus murallas han visto pasar guerreros oretanos, legiones romanas, mercaderes y campesinos. Caminar por Libisosa en familia no será una excursión: será atravesar el umbral mismo de la romanización de Hispania.
I. Un lugar para fundar ciudades
Al llegar a las afueras de Lezuza, nos sorprenderá la amplitud del paisaje: una meseta suave, atravesada por antiguas cañadas y por rutas que conectaban la Oretania con el sureste peninsular.
Esta posición estratégica explica que Libisosa fuera ocupada desde al menos el siglo VI a.C. como asentamiento íbero fortificado y, siglos después, transformada en un auténtico núcleo urbano romano.
Su nombre aparece en las fuentes clásicas bajo la forma Libisosa Foroaugustana, lo que indica que Roma convirtió el lugar en un centro administrativo con mercado, justicia y templos.
II. La ciudad íbera: guerreros en la frontera
Las excavaciones han demostrado que, antes de la llegada romana, Libisosa fue una ciudad íbera de gran relevancia en la Oretania septentrional.
Las murallas íberas protegían un conjunto urbano con:
- casas de planta rectangular,
- silos excavados en el suelo,
- talleres metalúrgicos,
- cisternas para el agua.
Se han encontrado numerosas armas:
puntas de lanza, falcatas, escudos, así como ajuar asociado a la élite guerrera.
Los paneles del parque explican cómo Libisosa fue una ciudad-frontera:
- al sur, el mundo turdetano;
- al levante, la cultura contestana;
- al norte, las tierras carpetanas.
Esto la convirtió en un punto clave de intercambios culturales y militares.
III. Roma llega al corazón de La Mancha
En el siglo I a.C., tras las guerras celtibéricas y la pacificación de la Meseta, Roma refundó la ciudad como Foroaugustana Libisosa.
A partir de entonces nació la ciudad romana:
- un foro monumental pavimentado,
- edificios administrativos,
- templos,
- viviendas domus,
- termas públicas,
- red de cloacas y acueductos.
Los arqueólogos descubrieron mosaicos, esculturas, monedas imperiales y fragmentos de inscripciones dedicadas al emperador Augusto.
Libisosa se convirtió en un centro de romanización interior: aquí se impartía justicia, se recaudaban impuestos y se celebraban mercados.
IV. El foro: el corazón de la ciudad
Cuando recorramos las ruinas del foro romano, comprenderemos cómo funcionaba una ciudad romana.
Allí estaban:
- la basílica judicial,
- el templo principal,
- las tabernae (comercios),
- la plaza pública donde se reunía la ciudadanía.
Uno de los hallazgos más emblemáticos es una escultura de togado romano, símbolo de la integración de las élites locales en la estructura imperial.
Los niños se asombrarán al descubrir que el traje romano no era solo vestimenta, sino un signo político: quien vestía toga era ciudadano con derechos.
V. Termas y vida cotidiana
Las excavaciones también revelaron un amplio conjunto de termas públicas, con:
- frigidarium,
- tepidarium,
- caldarium,
- sala de masajes,
- hipocausto.
Aquí se socializaba, se cerraban pactos comerciales y se difundían noticias.
En las viviendas excavadas se han encontrado:
- molinos domésticos,
- cerámicas de mesa finas procedentes de Italia,
- lucernas decoradas con escenas mitológicas.
Libisosa no fue una aldea aislada: estaba perfectamente conectada con el Mediterráneo.
VI. Declive y silencio
A partir del siglo III d.C., las rutas comerciales se desvían, la inseguridad aumenta y la ciudad pierde peso político.
Libisosa se despuebla gradualmente y queda abandonada en favor de asentamientos más pequeños.
El resultado es una ciudad romana “congelada” en el tiempo, apenas reutilizada, lo que ha permitido una conservación excepcional.
VII. El parque arqueológico: arqueología para familias
El actual parque está diseñado para un público amplio:
- senderos claros y planos,
- señalética con dibujos reconstructivos,
- maquetas y recreaciones táctiles,
- miradores panorámicos.
En el Centro de Interpretación de Lezuza se exhiben:
- esculturas romanas,
- monedas,
- armas íberas,
- utensilios cotidianos.
Las visitas guiadas destacan la evolución cultural: del guerrero íbero al ciudadano romano.
Es uno de los parques que mejor explican la romanización, ideal para educación familiar.
VIII. Naturaleza y paisaje
Libisosa se encuentra rodeada de landas, encinares y campos de cereal.
Desde el cerro contemplaremos:
- la Sierra de Alcaraz,
- los llanos de La Mancha oriental,
- el trazado de vías pecuarias milenarias.
El entorno tiene un aroma a esparto, tomillo y monte bajo que conecta sensorialmente con el pasado.
IX. Ficha práctica (2025)
📍 Ubicación: Lezuza (Albacete) — acceso señalizado desde la A-31
📞 Teléfono: 967 178 482
🕰️ Horarios:
- Martes a domingo: 10:00–18:00 (invierno)
- Martes a domingo: 10:00–19:30 (verano)
- Lunes cerrado
🎫 Entradas:
- General: 5 €
- Reducida: 2,5 €
- Gratis: martes y viernes por la tarde
- Visitas guiadas: 8 €
🧭 Servicios:
- Centro de interpretación
- Zonas de sombra
- Accesibilidad parcial
- Área de descanso
- Talleres educativos
- Librería arqueológica
X. Dónde comer cerca
Mesón Manchego (Lezuza) — gachas, migas, asados.
Restaurante El Cruce (Vianos) — menú familiar.
Casa de los Arcos (Alcaraz) — cocina regional refinada.
XI. Recursos de YouTube
🎥 Libisosa Foroaugustana — Parque Arqueológico oficial
https://www.youtube.com/watch?v=5X3ZUg6n8Hk
🎥 La ciudad romana de Libisosa — CMMedia
https://www.youtube.com/watch?v=WhrRAykpjaw
🎥 Recreación 3D Libisosa — Arqueología Virtual
https://www.youtube.com/watch?v=RnmwKMp2xhQ
🎥 Excavaciones en Libisosa — divulgación UCLM
https://www.youtube.com/watch?v=7vUoSBMzN3E
XII. De vuelta a casa, sabiendo donde Hispania se hizo romana
Cuando dejemos atrás Libisosa, entenderemos cuántas veces España fue frontera antes de ser patria.
Aquí nació una ciudad íbera que abrazó Roma sin perder su alma; aquí apareció una de las primeras formas de ciudadanía interior en Hispania.
Libisosa no es pasado: Es el momento en que aprendimos a ser parte de un mundo más grande.
Visitarlo en familia es una lección de historia compartida.
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